viernes, 29 de julio de 2011

El día en que Perú humilló a Hitler - Sobre la dignidad


Esta historia no se conoce abiertamente en Perú, pero cuenta Eduardo Galeano, escritor uruguayo, un episodio de fútbol en el que se enfrentaban la selección de Autria contra la peruana, en las olimpiadas de Berlín en 1936 y con presencia de Hitler.

Cuenta Galeano que "Perú ganó 4 a 2, a pesar de que el árbitro, para evitarle disgustos al “Führer”, anuló tres goles peruanos... Esa misma noche los dirigentes se reunieron y anularon el partido. Entonces, la delegación peruana, en un ejemplo de dignidad, se retiró de los Juegos. Puede parecer una pequeña historia, pero creo que tiene mucho que ver con las diversas dimensiones que tiene el fútbol, que es a veces una fuente de dignidad colectiva. Esto tendría que enseñarse en las escuelas: Saben una cosa, niños, nosotros pertenecemos a un país que humilló a Hitler. ¿No sería lindo empezar una clase así?”.

“Yo le pregunto a los amigos peruanos por qué no han difundido eso en toda Latinoamérica empezando por las escuelas como: Nosotros fuimos el país que humillamos a Hitler” - Continúa Galeano.


En medio de las celebraciones por el 190 aniversario de la Independencia del Perú encontré esta entrevista que más que narrar un hecho que puede haber tenido muchos puntos de vista, considerando también la influencia política de aquella época, nos deja un ejemplo de dignidad, el cual puede enseñar no sólo a una nación como la peruana, sino a cada uno de nosotros y de manera individual, el valor de la dignidad, algo mucho más grande y poderosa que cualquier situación.

sábado, 23 de julio de 2011

Nunca te detengas

Siempre ten presente que la piel se arruga, 
el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años...
Pero lo importante no cambia; tu fuerza y tu convicción no tienen edad.

Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés viva, siéntete viva.

Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas...

Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.

Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
¡Pero nunca te detengas!

(Madre Teresa de Calcuta)



sábado, 9 de julio de 2011

El Fútbol como la Vida: Rompiendo prejuicios

Ni en el fútbol ni en ningún otro deporte se gana con prejuicios ni favoritismos, sino con goles, los cuales se ejecutan como fruto de un esfuerzo y coraje individuales combinado con un buen trabajo en equipo.


Si hay alguna enseñanza que nos pueda dejar la primera etapa de la Copa América Argentina 2011 es que ya no existen "favoritos", y si aún los hay es porque sólo se encuentran en la mente como prejuicios, ya que en la cancha se ha demostrado todo lo contrario.

Es así que para los medios y la gente existe una deuda futbolística e histórica por parte de las "grandes" y "favoritas" selecciones, pero ¿por qué no se ponen a pensar en que sus rivales han hecho mejor las cosas? Mi intención con esta nota no es debatir sobre fútbol, sino dar a conocer ese detalle acerca de cómo estos hechos son similares a lo que sucede en la vida misma.

El mundo y nuestra cabeza están llenos de prejuicios o "etiquetas" para casi todo lo ya existente, puede ser algo personal, cultural o social, y éstos, aunque no nos demos cuenta de forma racional, ejercen influencia al momento de juzgar lo que tengamos en frente o cuando debemos tomar alguna decisión.

Mi propuesta es romper todos esos esquemas, desenmarañar esas telarañas que nos envuelven la cabeza y nublan la verdadera visión de las cosas con sus prejuicios. De esta manera, podremos actuar de una forma libre y en el camino mismo ir encontrando la verdad de las cosas.

Si el día de mañana Argentina o Brasil sale campeón no es porque alguno de los dos haya sido siempre favorito, sino porque demostraron que haciendo bien las cosas y jugando en equipo dio resultados. De la misma manera, si alguna otra selección logra el campeonato, espero que no sean considerdos como "la sorpresa" como suelen etiquetar los medios, sino porque hicieron las cosas diez veces mejor que cualquier otro conglomerado de jugadores.

La vida no se escribe con favoritismos ni preferidos, tampoco así se gana una Copa.


miércoles, 6 de julio de 2011

Lo que no llueve adentro está lloviendo afuera


Hay días como éstos en los que donde llueve es afuera y no adentro.
Esos días en donde millones de gotitas lagrimales caen del cielo, pero ninguna por dentro rebosa desde tu corazón. Días en los que te sientes bien, pero que a veces viendo cómo está el clima a través de la ventana, llegas a sentir una especie de bajón que desanima, que desgana.

Es ahí donde pregunto: ¿dónde quedaron esas ganas, esa alegría, ese interés?

¿Por qué el clima, la nubosidad o la lluvia tienen que arruinar la calma o la alegría que teníamos dentro minutos antes?


Recuerden que el día no lo hace el clima, el mismo se hace de acuerdo a cómo cada uno de nosotros lo encare. Puede llover cien mil días, pero si algo dentro de ti quiere cantar, canta. Si quiere gritar, grita. Si quiere saltar, salta. Que nada ni esa "lluvia" (ahora sí hablando metafóricamente) te calle ni te detenga.

Se como aquel paraguas que sirve para cubrirte de esa lluvia, pero que por dentro reina un cielo azul profundo como el mar con nubes de algodón que no piensan decolorarse jamás.

Esto es el principio. El paso siguiente sería convertir ese cielo azul con nubes en un reflector de luz. Luego dar vuelta al paraguas y alumbrar a los demás.


"Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

El mundo es eso -reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con la luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay gente de fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.

Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman, pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende." (Extracto de "El Libro de los Abrazos" - Eduardo Galeano)