sábado, 23 de abril de 2011

La Profundidad del Ser Humano en un Deseo

A través de un deseo puedes exteriorizar lo que guardas en lo profundo de tu Corazón, pero qué pasa cuando tienes en frente una caja llena de deseos de todo el mundo?


Paseando por el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) me topé con una obra de Yoko Ono llamada "Wishes" (Deseos). Consistía en una caja transparente donde habían dentro numerosos papelitos con deseos de toda clase y en diversos idiomas. Todos pidiendo algo que cada uno consideraba importante para sí.


Me pareció una obra muy significativa porque juntaba en un espacio todos los anhelos, la esperanza y los buenos deseos de las personas. Fue para mí como un motivo para seguir creyendo en la humanidad, aquella que a pesar de todos sus desaciertos guarda, felizmente, dentro de sí algo de bondad, la suficiente como para creer en algo, sincerarse y pedir algo por el bien de uno o de muchos. Como decían por ahí: "Es como un rezo colectivo".


Cuánto quisiera que esa caja no sólo guardara los deseos, sino:

Que tome en cuenta la fuerza de cada palabra, la intensión de cada petición. 
El pensamiento que tuvo cada persona al momento de escribir.
El dolor y/o el amor que hay en cada corazón.
El tiempo que ese anhelo se encuentra siendo guardado.
El gozo de esa esperanza aguardando ser realidad.

...y de esta forma cada deseo se concrete y que muy aparte de la alegría que vendrá, la gente volviera a creer en los deseos. No tanto por la magia que guarda, sino para que valoren el CREER y ya con el corazón abierto nos veamos todos los unos a los otros como hermanos.

Algo así trataba la obra de Yoko Ono que desde 1996 se denominaba "The Wish Tree", una de sus iniciativas para promover la paz en el mundo.

¿Qué tal si esto se replicara en todos lados? Lo voy a hacer un día, no sé cuándo, pero lo voy a hacer.


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