Tengo 2 sobrinos con personalidades muy distintas y por ello muchas veces tienen numerosos pleitos, pero que a diferencia de los adultos, me di cuenta que los pequeños así como se pelean, rápidamente se arreglan y sólo basta una sonrisa, un juego o un momento en el almuerzo para olvidar sus diferencias.
En la mañana otra vez se habían peleado y ninguno quería jugar con el otro; ya para el almuerzo comían y se reían juntos sin que influyera lo que había pasado antes. Después se volvieron a pelear y nuevamente se volvieron a amistar. El mundo debería ser de los niños. No hay rencores, son transparentes, la amistad es más sincera y se rige por pequeñas grandes cosas: sus juegos, sus risas, su mundo inocente.
Reitero, el Mundo debería ser de los Niños.
Me encanta Julitooooo! Concuerdo con vos, el mundo debería ser de los Niños! :)
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