lunes, 7 de febrero de 2011

De dónde viene el "No Puedo"?

Tengo un sobrino de 3 años que me enseñó uno de los indicios más tempranos en que nos topamos con este tipo de muros que más adelante pueden tomar formas gigantezcas si es que no los sobrepasamos en tiempo y forma.
 
Al pequeño le encanta un juego de trenes ("Thomas The Train") que consiste en un tren motorizado y un recorrido a través de rieles de plástico que se puede desarmar para armar el camino que uno desee. Juntar pieza con pieza es fácil para un adulto, pero para un niño puede ser un poco complicado (pero no difícil) porque hay que enganchar los dos conectores necesarios para unir las piezas, sólo es cuestión de hacerlos encajar bien y empujar.


Para ello, él venía con las dos piezas de rieles hacia mí y decía "no puedo", seguido de un "hazlo tú". En ese momento me di cuenta que ese sencillo "No puedo" se presenta desde que somos pequeños y aunque parezca insignificante, yo lo veía como una prueba de vida acorde a su edad. En este caso en particular tenía dos opciones:

1) Conceder su petición y juntar todas las piezas que él requiera sin que él intente hacerlo por sí mismo.

2) Enseñarle cómo juntar una pieza con otra, buscar maneras más eficientes en que él lo pueda hacer o también hacerlo juntos y así con nuestras cuatro manos lograr juntar las piezas, hasta que poco a poco él vaya aprendiendo a hacerlo.

Opté por la segunda opción y cada vez que venía con su "No puedo, hazlo tú", le decía "Sí puedes" o "No digas que no puedes si no lo has intentado" y le enseñaba cómo hacerlo y si se le dificultaba lo hacíamos juntos.

Hoy, casi un mes después, ese juego de trenes sigue siendo su preferido, se han armando diversos tipos de recorridos, y no recuerdo exáctamente cuándo fue la última vez que me dijo "no puedo" ...y eso que le compré un set de 28 piezas de rieles más.
Nuestro potencial para superar o no las cosas que se nos presentan en la vida se define en gran parte desde que somos pequeños, y es a través de esos inocentes juegos que la vida nos prepara y su resultado determinará cómo la afrontaremos cuando seamos grandes.

Para aquella etapa temprana y cómo estar más preparados para todo lo que se les presente depende tanto de uno mismo (el niño) por la voluntad y disposición, como de quienes tenga al frente (padres, otros familiares), por el apoyo, la enseñanza y el cariño. En este caso yo tuve la oportunidad de alentar a mi sobrinito de 3 años y demostrarle que sí puede hacer las cosas que cree no poder.

Confío en que estará más preparado para el tren que lo conducirá por la vida.


1 comentario:

  1. Que bonito!! =) Veo muy bien que hayas enseñado a tu sobrino a montar las piezas y que aprenda que si puede hacer las cosas. Eso será bueno para su futuro, asi no se aferrará al "no puedo". Es una buena señal para su educación. ;)

    Besitooos!!

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