Si una planta quiere crecer, no importa la condición en la que se encuentre, crecerá. Igual tú.
Siempre me dio curiosidad ver brotar tallos, plantas y flores de lugares aparentemente no aptos para su desarrollo. Lugares en los que la tierra seca, la madera o la piedra hacen imposible que esa semilla genere vida. Sin embargo, quién sabe si es la naturaleza o la convicción de la planta la que tiene la fuerza suficiente capaz de lograr esta especie de milagro. De hacer que lo improbable sea posible. Que de la nada, surja vida.
Las personas somos iguales a las plantas, capaces de lograr lo mismo en nuestro propio hábitat, en nuestra propia y particular realidad: Frente a todas las adversidades podemos, por naturaleza, surgir.
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