¿Cuándo nuestro papá dejó de ser un superhéroe? ¿En qué momento dejó de ser nuestro maestro? Quizás fue cuando crecimos y nos dimos cuenta que ese traje que usaba era para ir al trabajo. Quizás cuando salimos al mundo y creímos saberlo todo.
Aunque ya no creamos en esos poderes especiales o sabiduría suprema ¿cómo podemos llamar entonces a su fortaleza para seguir trabajando por nosotros, a la paciencia que nos tienen, a los consejos que no escuchamos y a su amor condicional?
Qué tal si empezamos a recordar nuestra niñez y descubrimos que el superhéroe y el maestro aún existen.
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