jueves, 22 de octubre de 2009

Decir lo mismo, pero con otras palabras

Tenemos tantos mensajes para transmitir, sentimientos para expresar, ideas para compartir y proyectos para concretar que empiezan con el simple uso de las palabras. Su buena y precisa utilización es fundamental para que el mensaje sea recibido de manera en que podamos ser mejor entendidos, graficar ampliamente algo y finalmente dejar un mensaje memorable.

Aquí una historia que circula por Internet para comprender la importancia del buen uso de las palabras en que uno tiene la posibilidad de utilizarlas y lograr simplemente informar algo o impulsar a los demás a la acción, diciendo en realidad lo mismo, pero con otras palabras.


Había un hombre sentado en la esquina de una calle, con una gorra a sus pies y un pedazo de madera que, escrito con tiza blanca, decía:

 “Por favor, ayúdame, soy ciego”

Un creativo de publicidad que iba de camino al trabajo se detuvo frente a él, leyó el letrero y se quedó pensativo. El ejecutivo observó que sólo había unas cuantas monedas en la gorra. Sin pedirle permiso, tomó el cartel, le dio la vuelta, tomó una tiza y escribió otra frase en la parte de detrás. A continuación volvió a poner el pedazo de madera sobre los pies del ciego y se marchó sin decir una palabra.

Por la tarde, el creativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna. Su gorra estaba llena de billetes y monedas. El ciego reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él quien había tomado su cartel y había garabateado en él. “¿Qué es lo que usted ha escrito o pintado en mi tabla?”, le preguntó con curiosidad el invidente.

El publicista le contestó:

“Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras”.

El publicista sonrió y continuó su camino.

El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel rezaba:

“Hoy es primavera, y no puedo verla”.

Autor desconocido



Básicamente la misma historia, pero con otras palabras.




Un cortometraje que se realizó en base a la historia del principio


2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho este corto, la música que han usado, el lugar, la luz, todo, además la historia es tan cotidianda y sin embargo cuántas personas así cruzamos en tantos lugares y muchas veces creemos que no los podremos ayudar de ninguna manera, ni siquiera dándole algunas monedas...
    Cuán egoístas y mezquinos somos muchas veces los seres humanos, es horrible.


    Mi nombre es Victoria Olivera, vivo en Uruguay, departamento de Río Negro, ciudad de Young, es en el interior del país.

    Mis saludos desde aquí, y desde ya les digo que su blog me ha gustado muchísimo.


    un gran abrazo para todos.
    y ojalá este año todos puedan encontrar las aguas reales de su original esencia, ojalá puedan todos navegar en las profundas y cristalinas aguas que hacen y son nuestro ser.

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