domingo, 20 de noviembre de 2011

Las buenas noticias existen

No sabemos dónde ocurrió, tampoco la fecha y mucho menos el nombre de los niños. Sin embargo, estas imágenes nos confirman que las buenas noticias no necesitan de esos datos, sino simplemente que lo sepa todo el mundo.


¿Por qué no hay un noticiero con cosas buenas? Quizás sea escaso el material, pero por lo menos serán 5 minutos que valgan la pena ver. 

Cada noche veo los noticieros y siento que es masoquismo puro. No hay día en el que dejen de pasar accidentes, robos, asesinatos, escándalos, etc. etc. Si bien es cierto, muestra un retazo de nuestra actual realidad, no suma valor a nuestra existencia, la empobrece y nos convence de lo mal que estamos. Pero como indiqué anteriormente, es sólo un retazo, la realidad puede que sea otra y no la vemos en los medios.

Justamente las buenas noticias, que aparentemente escacean, no tienen nada que ver con cosas extraordinarias, sino simplemente con actos que engrandecen la existencia humana o que simplemente le dan sentido a la vida.



sábado, 19 de noviembre de 2011

Cuando las palabras y los teoremas están de más

Hay cosas que se entienden mejor sin palabras, sin ciencia, sin Marketing.



Las palabras sobran cuando no hay nada mejor que un abrazo para decir ...eso que necesitas decir.



¿En qué otros casos podemos transmitir algún mensaje sin palabras?


sábado, 12 de noviembre de 2011

Somos como las plantas

Si una planta quiere crecer, no importa la condición en la que se encuentre, crecerá. Igual tú.


Siempre me dio curiosidad ver brotar tallos, plantas y flores de lugares aparentemente no aptos para su desarrollo. Lugares en los que la tierra seca, la madera o la piedra hacen imposible que esa semilla genere vida. Sin embargo, quién sabe si es la naturaleza o la convicción de la planta la que tiene la fuerza suficiente capaz de lograr esta especie de milagro. De hacer que lo improbable sea posible. Que de la nada, surja vida.

Las personas somos iguales a las plantas, capaces de lograr lo mismo en nuestro propio hábitat, en nuestra propia y particular realidad: Frente a todas las adversidades podemos, por naturaleza, surgir.