Las cosas del pasado ya no podremos modificarlas ni agregarles nada, simplemente recordarlas como tales, con el mismo cariño de la imagen y el sentimiento que había.
La respuesta está en el presente: Es ponernos a reflexionar acerca de ¿qué tan memorables queremos que sean nuestros recuerdos
Cada recuerdo es un volver a vivir. Pero poco nos ponemos a pensar en que en cada vivencia dejamos plasmado un recuerdo imborrable, que en un futuro lo traeremos al presente. Quizás actuando en base a esto, nos ayude a que cada vez que vivamos un momento agradable, hagamos algo más o demos un poquito más de nosotros para que ese recuerdo sea más valioso y más memorable.
En un futuro, cuando traigan a su mente algún recuerdo, díganme si este consejo les sirvió : )
No hay comentarios:
Publicar un comentario