Hace unas semanas fui a un retiro espiritual y en un ejercicio que se realizó en el jardín me dispuse a cerrar los ojos. Me sorprendí porque pude percibir cosas que no lo hacía con los ojos abiertos. Llegué a escuchar además del ruido de algunos autos, el ladrido de 2 perros, el cantar de 4 pájaros diferentes y el de unos polluelos de algún nido cercano.
Ahora, en medio de la ciudad, realicé nuevamente este ejercicio y volví a percibir esta realidad. Si cierras los ojos por un instante, el sentido del oído se agudizará y podrás escuchar no sólo los soindos que hasta hace unos segundos escuchabas, sino también el cantar de los pajaritos. Quizás no sólo de uno y del que canta más fuerte, sino de 2, 3, 4 y quizás también si hay un nido cerca, a sus polluelos.
Te propongo que ahora cierres los ojos. Te sorprenderás porque escucharás más de lo que estás acostumbrado. Parece como si la vista bloqueara una parte de nuestro sentido auditivo.
Nos conformamos sólo con ver y escuchar lo que queremos o resalta a nuestro alrededor, y así poco a poco perdemos el sentido de lo esencial: El cantar de los pájaros, una brisa suave, nuestra respiración...
Estoy totalmente de acuerdo contigo: lo esencial es invisible a los ojos, de eso no hay duda. Yo ya había probado antes, eso de cerrar los ojos y es verdad que se puede percibir más sonido, acercarnos más a la vida en cierto modo. Pero también sule suceder de que cerremos los ojos para percibir esos sonidos que tanto nos cuesta oír sin estar totalmente concentrados, y es entonces cuando cerramos los ojos nos perdemos una vista impresionante. Es por eso por lo que no nos limitamos a hacer esto a menudo.
ResponderEliminarYo pienso, que cuando cerramos los ojos y percibimos más cosas, se debe a que la parte del cerebro que trabaja, que se encarga de la visión queda relajada, por lo tanto da más fuerza y concentración a la parte del cerebro que se encarga de la audición. Y al tener toda nuestra concentración dedicada a la audición, es lo que nos permite percibir el doble de cosas que cuando tenemos los ojos abiertos.
Yo pienso que para no perdernos ni esas visiones tan sorprendentes que podemos llegar a ver en esta vida, ni dejar de percibir esos tantos sonidos que es capaz de captar nuestros oídos en completa concentración, lo mejor es saber cuando debemos usar y desarrollar más nuestra visión y cuando más la audición. Así no nos perderiamos ni una cosa ni la otra ;)
Me ha encantado que escribieses este post, esta vez me he visto sentada sobre una verde hierba, con los ojos cerrados escuchando el trinar de los pajarillos y el pasar del viento. Gracias por esos momentos de tranquilidad =D
Besooss!!