No sabía exactamente a qué hacer referencia sobre lo que les voy a comentar a continuación. Estaba relacionado con las metas, el esfuerzo, el apoyo incondicional, la convicción, pero tenía un énfasis muy especial con el Coraje, eso sí, con todas sus letras bien puestas.
Derek Redmond era el favorito para ganar la carrera de 400 metros planos en los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. A pesar de las lesiones y operaciones que había tenido anteriormente, logró la mejor marca en la primera ronda, ganó en los cuartos de final y se encontraba cerca de la obtención de la presea dorada.
En la semifinal, tuvo una buena partida y empezaba a escalar posiciones. Sin embargo, al llegar a los 250 metros, una lesión lo impidió continuar, su tendón derecho se rasgó y se quedó tirado en el piso, mientras los camilleros venían a asistirlo. Al verlos, se puso de pie y continuó la carrera. Los demás atletas ya habían cruzado la meta, pero las cámaras, los asistentes y el público seguían con la vista en Derek.
Empezó a andar sobre su carril de la pista de atletismo, quería llegar a la meta a toda costa. Los asistentes le decían que no continuara y el dolor les daba la razón, pero él siguió con la mirada firme en la meta cojeando y saltando.
Desde las tribunas, una persona ve lo que está pasando, corre, se pelea con los guardias, entra en la pista y va en búsqueda de Derek. Su padre. Lo toma del brazo y le dice: "No tienes que hacer esto". El hijo le responde "Sí, tengo que hacerlo". "Entonces vamos a hacer esto juntos" le replica su padre y lo envuelve con sus brazos. Derek lo abraza y llora en su hombro.
Van caminando juntos refutando todos los intentos de los asistentes para que no continúen. Es así que en los brazos de su padre completa la carrera.
Para las planillas terminó en último lugar. Para algunos ganó la carrera. Para todos, cruzó la meta. Una ovación de 65000 personas de pie confirma este hecho.
En una entrevista que le hicieron al padre con Derek al lado, minutos después, dijo: "Cualquier cosa que pasara él tenía que llegar y yo estaba ahí para ayudarlo. Intenté ir a la línea con él. Ambos empezamos su carrera juntos y debemos finalizarla juntos".
Coraje es lo que a veces nos falta. Podemos no tener todo lo que necesitamos, nos aqueje algún dolor físico o emocional o quizás las cosas no parezcan salir como las esperamos; sin embargo, es en ese preciso momento cuando debemos poner toda la fuerza y la convicción. Podremos quizás no llegar en los primeros lugares, pero es seguro que cruzaremos la meta.
Es inmensamente valorable el apoyo incondicional de un padre para con su hijo, otro mensaje hermoso que nos deja lo sucedido en los Juegos Olímpicos. En este caso, desde otro punto de vista, se muestra el coraje del padre para arrasar con todo impedimento y correr para cobijar a su hijo entre sus brazos y así llegar juntos a la meta.
buen mensaje, se me saltaron las lagrima al leer este lindo mensaje, esto nos sirve de ejemplo para seguir adelante aun cuando tengamos algun obtaculo en la vida seguir tirando para alande y llegar a nuestro objetivo. para mi este atleta gano en primer lugar.
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