George David Weiss fue el compositor de la canción "What a Wonderful World" (interpretada por Louis Armstrong,), se marchó físicamente el día 24 de agosto de 2010, pero dejó para la eternidad una pieza espléndida que trata acerca de lo grandioso de las cosas pequeñas y simples de la vida.
I see trees of green, red roses too
I see them bloom for me and you
And I think to myself what a wonderful world.
I see skies of blue and clouds of white
...The bright blessed day, the dark sacred night
And I think to myself what a wonderful world.
The colors of the rainbow so pretty in the sky
Are also on the faces of people going by
I see friends shaking hands saying how do you do
They're really saying I love you.
I hear babies crying,
I watch them grow
They'll learn much more than I'll never know
And I think to myself what a wonderful world
Yes I think to myself what a wonderful world.
No sabía exactamente a qué hacer referencia sobre lo que les voy a comentar a continuación. Estaba relacionado con las metas, el esfuerzo, el apoyo incondicional, la convicción, pero tenía un énfasis muy especial con elCoraje, eso sí, con todas sus letras bien puestas.
Derek Redmond era el favorito para ganar la carrera de 400 metros planos en los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. A pesar de las lesiones y operaciones que había tenido anteriormente, logró la mejor marca en la primera ronda, ganó en los cuartos de final y se encontraba cerca de la obtención de la presea dorada.
En la semifinal, tuvo una buena partida y empezaba a escalar posiciones. Sin embargo, al llegar a los 250 metros, una lesión lo impidió continuar, su tendón derecho se rasgó y se quedó tirado en el piso, mientras los camilleros venían a asistirlo. Al verlos, se puso de pie y continuó la carrera. Los demás atletas ya habían cruzado la meta, pero las cámaras, los asistentes y el público seguían con la vista en Derek.
Empezó a andar sobre su carril de la pista de atletismo, quería llegar a la meta a toda costa. Los asistentes le decían que no continuara y el dolor les daba la razón, pero él siguió con la mirada firme en la meta cojeando y saltando.
Desde las tribunas, una persona ve lo que está pasando, corre, se pelea con los guardias, entra en la pista y va en búsqueda de Derek. Su padre. Lo toma del brazo y le dice: "No tienes que hacer esto". El hijo le responde "Sí, tengo que hacerlo". "Entonces vamos a hacer esto juntos" le replica su padre y lo envuelve con sus brazos. Derek lo abraza y llora en su hombro.
Van caminando juntos refutando todos los intentos de los asistentes para que no continúen. Es así que en los brazos de su padre completa la carrera.
Para las planillas terminó en último lugar. Para algunos ganó la carrera. Para todos, cruzó la meta. Una ovación de 65000 personas de pie confirma este hecho.
En una entrevista que le hicieron al padre con Derek al lado, minutos después, dijo: "Cualquier cosa que pasara él tenía que llegar y yo estaba ahí para ayudarlo. Intenté ir a la línea con él. Ambos empezamos su carrera juntos y debemos finalizarla juntos".
Coraje es lo que a veces nos falta. Podemos no tener todo lo que necesitamos, nos aqueje algún dolor físico o emocional o quizás las cosas no parezcan salir como las esperamos; sin embargo, es en ese preciso momento cuando debemos poner toda la fuerza y la convicción. Podremos quizás no llegar en los primeros lugares, pero es seguro que cruzaremos la meta.
Es inmensamente valorable el apoyo incondicional de un padre para con su hijo, otro mensaje hermoso que nos deja lo sucedido en los Juegos Olímpicos. En este caso, desde otro punto de vista, se muestra el coraje del padre para arrasar con todo impedimento y correr para cobijar a su hijo entre sus brazos y así llegar juntos a la meta.
En tiempos en que los padres, tíos y abuelos corren a las jugueterías para encontrar el mejor regalo queda un pequeño vacío en el corazón de los niños y sumado al de la sociedad en sí, ese vacío es enorme.
Es lindo recibir un juguete, debo admitirlo, que aunque quizás ya no juegue con ellos los guardo con mucho cariño. Sin embargo, hoy en día aquel juguete lamentablemente es un fin último, muy aparte de ser una muestra de cariño y aprecio, es una meta. Con sólo entregar el regalo material nos sentimos contentos y tranquilos porque "cumplimos".
Es como una respuesta automática al: Día del Niño = Regalo, cuando lo ideal sería que además de ser una muestra de aprecio sea en verdad un Símbolo de Compromiso. Que no quede en el regalo material, sino también en un significado profundo de decirle a tu hijo, sobrino o nieto: Te Quiero, deseo que crezcas en un mundo mejor y voy a hacer el máximo esfuerzo para que sea así.
Por la radio escuché la canción "Voy a Cambiar el Mundo" de Alberto Plaza, que según la descripción en YouTube, se la dedica a su hijo. Si se ponen a escuchar aténtamente la letra (que está más abajo) lo que dice es realmente grande, digno de aplaudir y seguir.
Tú no tienes que hablar, yo te comprendo
Mensajero del sol, de un cielo nuevo
Has llegado hasta aquí detrás de un sueño
Para hacerte feliz tienes mi empeño
Son tus ojos promesa de tiempo mejores
Un barredor de tristezas, artesano de amores
Es tu llanto mi risa, mi afán mi conjuro
Tú descansa tranquilo que mientras tú duermes
Yo voy a cambiar el mundo, vas a crecer en paz
Todo será distinto, ya lo verás
Yo voy a cambiar el mundo y voy a empezar por mi
Lo voy a hacer por ti
De una noche de amor alzaste vuelo
Te llevaste el dolor y el desconsuelo
Hoy dependes de mí, carne y semilla
Luminoso candil, qué maravilla
Son tus manos promesa viajando al futuro
Despejando tinieblas, y derribando los muros
Es tu risa la fe inagotable del hombre
Tú descansa tranquilo, que mientras tú duermes
Yo voy a cambiar el mundo, vas a crecer en paz
Todo será distinto, ya lo verás
Yo voy a cambiar el mundo y voy a empezar por mi
Lo voy a hacer por ti
Voy a cambiar el mundo
Algunos comentarios que vi en YouTube sobre esta canción que motivan a dar a nuestros niños cosas más grandes que un regalo:
fryoibaf: "Esta canción se la colocaba a mi bebé cuando lo estaba esperando y ahora expresa exactamente lo que siento por mi pequeño Santi, al que amo con todo mi corazón y a quien trato de mostrarle lo hermoso de vivir."
MrMaximinoruiz: "...Aún no has llegado a mí, pero sabes que te estaré esperando: ...yo voy a camb..."
jccobos: "Para mi hijo LUIS ...estoy luchando para cambiar el mundo para ti .... te amo con mi vida mi LUIS"
su0conezita: "Son tus ojos promesa de tiempos mejores...aún no tengo hijos; pero tengo dos sobrinos que son lo máximo...los quiero mucho enanos..."
mapiaa: "Esta cancion deberia ser un himno para los padres, es maravillosa"
maritzitaper:"Ojalá esta canción la escucharan los líderes del mundo, todo sería distinto..."
La frase "Los niños son el futuro", aunque esté muy gastada y haya perdido su significación profunda, es bastante cierta. Todo lo que hagamos hoy con ellos y su entorno, determinará cómo recibirán ellos el futuro y cómo actuarán en él.
Si por un momento te pones a ver la sonrisa de un niño, ¿te quedarías tranquilo negándole un futuro mejor?
Pongámonos a planear cómo desde la realidad de cada uno de nosotros, podemos construir un mundo mejor para ellos.
Voy a Cambiar el Mundo, voy a empezar por mí. Lo voy a hacer por Ti.
Alberto Plaza tiene una fundación llamada "Voy a Cambiar el Mundo" cuya misión es contribuir a erradicar el maltrato infantil, generando movilización y conciencia social en torno al respeto y atención que merece la infacia.
jccobos: "Para mi hijo LUIS ...estoy luchando para cambiar el mundo para ti .... te amo con mi vida mi LUIS"
su0conezita: "Son tus ojos promesa de tiempos mejores...aún no tengo hijos; pero tengo dos sobrinos que son lo máximo...los quiero mucho enanos..."
mapiaa: "Esta cancion deberia ser un himno para los padres, es maravillosa"
maritzitaper: "Ojalá esta canción la escucharan los líderes del mundo, todo sería distinto..."
La frase "Los niños son el futuro", aunque esté muy gastada y haya perdido su significación profunda, es bastante cierta. Todo lo que hagamos hoy con ellos y su entorno, determinará cómo recibirán ellos el futuro y cómo actuarán en él.
Si por un momento te pones a ver la sonrisa de un niño, ¿te quedarías tranquilo negándole un futuro mejor?